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El aumento en temperatura de la superficie marítima como resultado del cambio climático ha provocado mayor frecuencia y el fortalecimiento de los huracanes en el noreste del Caribe durante las más recientes décadas, aumentando así el riesgo de impacto a los corales en peligro de extinción y a la sostenibilidad de los arrecifes de coral en la región.

Según un estudio reciente publicado¹ en colaboración por el Programa de Estudios Interdisciplinarios de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Puerto Rico, el Centro para la Ecología y Conservación Tropical Aplicada y la Sociedad Ambiente Marino (SAM), los huracanes de categoría cinco Irma y María causaron daños sin precedentes durante el 2017 a los sistemas de arrecifes en todo el noreste de Puerto Rico. Estos huracanes causaron impactos históricos a especies de corales en peligro de extinción, con daño mecánico sustancial y extenso a especies ramificadas, daño mecánico moderado a la especie foliosa, y moderado a alto daño localizado a los morfotipos incrustantes de pequeño tamaño y masivos debido al arrastre de fondo de sedimentos y entierro por escombros. Por ejemplo, en especies vulnerables hubo un descenso de 35% en la Acropora palmata, 79% en A. cervicornis, 12% en la Orbicella annularis, 7% en la O. faveolata, 12% in O. franksi y un 96% en la Dendrogyra cylindrus.

A medida que se sigan desarrollando huracanes más fuertes a causa del cambio climático, éstos representarán una amenaza mayor a la conservación de los arrecifes, a la biodiversidad y al balance ecológico de la región, por lo cual, se requerirá optimizar las estrategias de propagación y de restauración de coral, mientras se integran enfoques de gestión basados en ecosistema adaptativos.  “Para contrarrestar estos efectos del cambio climático es necesario establecer medidas urgentes de conservación que incluyan salvaguardar los arrecifes, reducir las emisiones de gases, adoptar prácticas de pesca sostenible y desarrollo de costas e implementar programas de restauración ecológica a gran escala”, mencionó Edwin A. Hernández, Ph.D, Científico Senior de SAM.

El estudio concluye que, para apoyar la recuperación de arrecifes, especialmente para especies vulnerables, es crucial tener esfuerzos sostenidos de propagación de corales y rehabilitación de bajo impacto para los arrecifes. La recuperación estratégica de las poblaciones y la reconstrucción asistida de los hábitats dañados son necesarios para impulsar los inventarios reproductivos de las especies.  Este enfoque busca revivir comunidades de peces, restaurar sus funciones tróficas y geológicas, crear puntos de encuentros de nutrientes a través de la concentración de peces y reconstruir viveros del entorno marino. A largo plazo, restaurar arrecifes costeros poco profundos no solo apoyará la recuperación de los corales, sino que atenuará la energía y altura del oleaje impulsando así la resiliencia contra futuros huracanes.