La Sociedad de Ambiente Marino y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales intervinieron con los arrecifes en Culebra, Guánica, Tres Palmas y La Parguera

Por: Por Stephanie L. López Pérez / www.endi.com

Tras el paso del huracán Fiona, el pasado 18 de septiembre, organizaciones ambientales se dieron la tarea de restaurar los arrecifes de coral afectados por el fenómeno atmosférico que, de lo contrario, no hubieran sobrevivido sin su intervención.

Con la ayuda inmediata de 30 voluntarios, la organización Sociedad Ambiente Marino (SAM) logró rescatar y replantar más de 5 mil fragmentos de coral durante las primeras semanas post huracán en la isla municipio Culebra.

“Los huracanes son algo que han existido siempre, pero ha cambiado el incremento en frecuencia y en fuerza, por lo que el efecto es mucho mayor”, expresó Samuel Suleiman, presidente de la SAM, en entrevista con El Nuevo Día.

“La fuerza del viento es grande, pero la fuerza del agua es mucho mayor porque es más densa”, agregó Suleiman, al señalar que los cambios en la marejada afectaron los ecosistemas “arrancando” y “partiendo” una gran cantidad de corales que la organización ha ido restaurando a través de los años.

La Sociedad Ambiente Marino (SAM) contó con la ayuda de 30 voluntarios para restablecer los ecosistemas en la isla municipio Culebra.
La Sociedad Ambiente Marino (SAM) contó con la ayuda de 30 voluntarios para restablecer los ecosistemas en la isla municipio Culebra. (sumins)

Por su parte, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), restauró sobre 2 mil fragmentos tras visitar ecosistemas en Guánica, Tres Palmas y La Parguera, detalló Nilda Jiménez, coordinadora de especies protegidas de la agencia.

A pesar de que Fiona fue catalogado como un huracán de categoría uno, el cambio climático ocasiona que los huracanes produzcan más precipitaciones, se muevan más lento y que generen marejadas ciclónicas más grandes a lo largo de la costa. Por esto, “los ecosistemas mundialmente están cambiando y los arrecifes de corales no son la excepción”, según Juan Sánchez, vicepresidente de la SAM.

Por otro lado, “a pesar de que los huracanes hacen mucho daño, refrescan un poco las temperaturas oceánicas, causando que las enfermedades que atacan estos ecosistemas posiblemente se vayan”, dijo Suleiman.

Continúa propagándose la pérdida de tejido coralino

La enfermedad de pérdida de tejido de coral duro (SCTLD) es una enfermedad que afecta a más de 20 especies de corales duros en el Caribe.
La enfermedad de pérdida de tejido de coral duro (SCTLD) es una enfermedad que afecta a más de 20 especies de corales duros en el Caribe. (Suministrada)

Una de las enfermedades que sufren los corales es la pérdida de tejido de coral duro (SCTLD, por sus siglas en inglés), que afecta a más de 20 especies de corales en el Caribe. Se sospecha que la SCTLD es causada por patógenos bacterianos y puede transmitirse a otros corales a través del contacto directo y la circulación del agua, según la organización Reef Resilience Network.

Entre los grupos que se dedican a tratar los corales afectados por la enfermedad en Puerto Rico, está Manatí Scuba, que ha trabajado en los ecosistemas en la playa Los Tubos, de Vega Baja, y Mar Chiquita, en Manatí. Sin embargo, “nos hemos dado cuenta de que tres personas solas no vamos a poder detener la enfermedad”, dijo el instructor de buceo, Javier Ginés. Por esta razón, crearon una convocatoria de voluntarios para capacitar a más personas y tratar los ecosistemas.

La doctora Jiménez aclaró, que la enfermedad no es la misma que el proceso de blanqueamiento de corales, a pesar de parecerse a simple vista. Es por esto que las personas interesadas, recibirán adiestramiento del DRNA, para identificar adecuadamente las poblaciones afectadas.

“La idea es poder usar distintos equipos de tres a cinco personas para atajar la enfermedad más rápido”, explicó Ginés, ya que el tratamiento debe aplicarse para evitar el contagio a otros fragmentos. “Si los podemos atender todos a la vez, se podría erradicar la enfermedad en alrededor de un mes en las diferentes áreas”, añadió.

A diferencia del blanqueamiento, el SCTLD ocurre cuando un coral está expuesto a la enfermedad. El blanqueamiento de coral curre cuando están estresados ​​por facetas de su entorno, con frecuencia la temperatura o la contaminación.
A diferencia del blanqueamiento, el SCTLD ocurre cuando un coral está expuesto a la enfermedad. El blanqueamiento de coral curre cuando están estresados ​​por facetas de su entorno, con frecuencia la temperatura o la contaminación. (Suministrada )

“Hay gente, como nosotros, que están trabajando diariamente para poder parar esos efectos negativos y hacer todo lo posible para tratar de revertir los daños que han ocurrido”, dijo Suleiman de la SAM, cuya organización recientemente firmó un acuerdo colaborativo con el Centro Criollo de Ciencia y Tecnología del Caribe (C3Tec), quienes apoyarán el desarrollo de recursos educativos y la impresión de Corales 3D.

“Mientras más corales pongamos, tendremos más acreción de arena, mejores playas, sitios más protegidos, mayor pesca y la oportunidad de crecer el turismo”, concluyó Suleiman.

Para más información sobre los esfuerzos de la SAM pueden acceder a https://www.sampr.org/ y para donaciones pueden acceder aquí.

 En la foto se muestra los representantes de cada institución colaboradora en los arrecifes de Puerto Rico:
  • NOAA Coral Restoration Center
  • DRNA
  • Grupo V.I.D.A.S
  • ISER Caribe
  • HJR Reefscaping
  • Y la SAM