Desde febrero se han registrado grandes eventos de mortandad, incluyendo en Culebra

Por:   en 26 enero 2023
A través de: Mongabay Español


  • El biólogo Samuel Suleiman ha dedicado su vida a proteger y restaurar los arrecifes coralinos de Puerto Rico. Su más reciente proyecto es la replantación de más de 5000 corales destruidos por el paso del Huracán Fiona.
  • En esta entrevista con Mongabay Latam, Suleiman asegura que dos de las principales prácticas que han afectado a los corales son la destrucción de los ecosistemas por causa de maquinarias y las malas prácticas de las embarcaciones.
  • El científico habla de lo que ha significado el reto de crear acciones comunitarias para el cuidado del medio ambiente. Una de ellas, la falta de continuidad por no contar con el financiamiento suficiente.

Samuel Suleiman es un biólogo puertorriqueño que no imagina su vida fuera del agua, aunque casi la pierde dentro del mar cuando tenía cinco años. Transcurría el 25 de junio de 1971 en el municipio de Fajardo, en Puerto Rico, cuando el niño se unió a un evento tradicional en el que los habitantes se arrojan al mar de espaldas para olvidar sus problemas. Sin embargo, él no sabía nadar. Su hermano lo rescató cuando el agua ya cubría su cabeza.

Ese incidente no lo detuvo para volver al mar. “Yo le pregunté a mi hermano qué hacía para no ahogarse y él me dijo: ‘nada, me pongo esto’ y se puso una máscara de buceo. Yo me la puse y me quedé disfrutando, suspendido, mirando todos estos organismos. Creo que todavía no me he quitado la careta, siempre la tengo puesta, incluso cuando estoy haciendo cosas fuera del agua”.

La labor de Samuel Suleiman nació de una escuela de buceo que tenía y con la cual buscaba proteger el ecosistema. Foto: Sociedad Ambiente Marino.

Suleiman no solo siguió visitando el mar con frecuencia, lo convirtió en su lugar de trabajo y su mayor pasión. Actualmente es el presidente y cofundador de Sociedad Ambiente Marino, organización no gubernamental que desde hace más de 25 años protege, restaura e investiga los arrecifes de coral del archipiélago puertorriqueño.

La iniciativa, que nació como un ejercicio de un grupo de amigos para recoger los desechos que llegaban al mar, se convirtió en una organización que tiene como más reciente logro el replanteo de más de 5000 ejemplares de coral que fueron destruidos por el paso del huracán Fiona en la isla, el 19 de septiembre de 2022. También fueron los primeros en estudiar y alertar sobre la presencia de la Enfermedad de pérdida de tejido en los corales duros (SCTLD, por sus siglas en inglés) en la zona.

Mongabay Latam conversó con el biólogo sobre su trabajo, la protección y propagación de corales, además de su trayectoria en las iniciativas comunitarias de cuidado del medio ambiente.

—¿Por qué se interesó en la biología?

—La biología es el estudio de la vida, así que si estamos vivos, deberíamos estudiarla para saber cómo se vive mejor. Los organismos vivos representan, a nivel del trasfondo espiritual, lo que sobrelleva este plan meta. Y entiendo que los organismos nos complementamos. Los corales son un perfecto ejemplo de lo que son las relaciones simbióticas, relaciones que coexisten. En la vida, deberíamos coexistir. Así que desde esa parte me interesa la biología, pero también disfruto mucho de otra ciencia, la de la educación, de las ciencias sociales, de la sicología.

Fíjate, realmente no uso mucho el término de biólogo por el asunto de que el trabajo que hacemos, particularmente en Sociedad Ambiente Marino, es algo más multidisciplinario. Nos sirvieron muchas otras disciplinas. La educación de la biología es bien importante, pues nos permite explicar o hacernos unas preguntas utilizando el método científico, sin ser necesariamente un científico, para encontrar respuestas a interrogantes que nos ayuden.

El equipo de Sociedad Ambiente Marino se apoya en voluntarios para realizar su labor. Foto: Sociedad Ambiente Marino.

—¿Cómo llegó a especializarse en la protección de los arrecifes coralinos?

—Cuando empecé siendo instructor de buceo les dije a mis estudiantes que no solamente tenían que hacer lo del curso sino también actividades de conservación del fondo marino, entre ellas recogida de basura marina e identificación de peces y corales.

El grupo se entusiasmó tanto que nos fuimos haciendo cada vez más amigos. Y empezamos a dar la vuelta alrededor de todas las costas de nuestra isla. Empezamos a añadir objetivos de identificación de enfermedad de corales, abundancia de peces y recuperación de arrecifes. Y entonces, de aquella escuela de buceo que se llamaba Ambiente Marino empezó a nacer una sociedad para poder manejar los costos de la ejecución de esos proyectos.

—Desde su experiencia en el cuidado a los arrecifes coralinos, ¿cuáles son las principales afectaciones que sufren los corales en Puerto Rico?

—Hay mucho daño por embarcaciones. Ya sea porque se encallan, por el ancla, por la negligencia o cuando se bajan de la embarcación. Hay mucha gente que tiene embarcaciones sin la destreza necesaria y eso es grave para la naturaleza. Por supuesto, los fenómenos naturales, como las épocas invernales, tienen grandes efectos.

Otro problema es que hay gente con mucho dinero que no quiere tener vegetación frente a su propiedad y mete maquinaria. Eso afecta la vegetación y toda la corteza terrestre porque no hay absorción de los nutrientes. De ahí que cuando llueve, esa agua se mezcla y lleva sedimentos al arrecife, de ahí que aumenten las enfermedades.

En video | ¿Por qué se blanquean los corales? #MongabayExplica

—Sobre la pérdida de tejido coralino, ¿cómo se han visto impactados los corales en Puerto Rico por esta enfermedad? ¿Qué iniciativas existen para mitigarla?

—Tan pronto nuestra organización recibió la noticia de un caso en la isla de Santo Tomas, fue la primera en divulgar la información. Desde allí empezamos un estudio demográfico de los corales con 160 colonias marcadas y cuando terminamos el año, solo 40 sobrevivieron.

Ahora tenemos el problema con los medicamentos para solucionar; como cualquier tratamiento, se tiene que continuar, pero en muchas ocasiones si empiezas hoy probablemente no tendrás dinero mañana para seguirlo y ahí se termina. Estamos a punto de iniciar una investigación para probar la restauración de estos corales enfermos con otras técnicas y métodos.

Finca de coral en donde se sembraron cerca de 50 fragmentos de cuerno de ciervo (Acropora cervicornis). Foto: Sociedad Ambiente Marino.

—Entiendo que una de sus grandes iniciativas es la de replantar los corales que sufrieron por el paso del huracán Fiona, ¿cuál es el proceso para replantar un coral?

—Los corales, al igual que muchos otros organismos coloniales, tienen dos tipos de reproducción, la sexual y la asexual. Cuando es reproducción sexual, un organismo suelta los huevos y el otro el esperma y se van a la columna de agua, allí flotan hasta que encuentran un lugar limpio y se plantan ahí. Ese crecimiento es un poquito más lento. ¿Por qué? Porque otros peces se comen las larvas, los huevos del coralito o porque no se encontraron nunca.

Así que por eso es que también hay eventos masivos de desove de corales, para que haya ese aumento; generalmente son en la temporada de huracanes. Allí se logra que cuando se unan sigan flotando, luego llega la tormenta y se los lleva. De Puerto Rico pueden terminar, por ejemplo, en Colombia o en República Dominicana.

También se tiene la reproducción asexual que es lo que hacemos con la siembra. Cuando los corales se fragmentan y miden entre tres o cuatro pulgadas se ponen en la finca (refiriéndose al espacio submarino en donde los plantan) para que absorban los nutrientes que están en el agua y vayan creciendo. Cuando ya están grandes, lo que hacemos es que con mucho cuidado les fragmentamos un pedazo para que se quede en la finca y el coral grande lo sembramos en el arrecife.

Para sembrarlos los ponemos con cemento o con un clavo de acero y con una rejilla plástica. Y ahí ellos van creciendo no solamente hacía arriba sino hacía el lado, y entonces empiezan a cubrir la rejilla plástica hasta que la encapsulan.

—¿Cómo miden los impactos de estas acciones?

—Dependiendo del proyecto. Se mide no solo por las cantidades, no solo en la finca [de corales] o en los viveros, también haciendo estudios de población de peces. Por ejemplo, antes no había nada, ahora tenemos muchos más corales y hay una relación de eso con la cantidad de peces. Esa cantidad de peces y de corales se mide en términos de biomasa.

—En cuanto a los huracanes, ¿cómo impactan estos fenómenos naturales a los arrecifes coralinos? ¿Han cambiado por el cambio climático?

—Ahora los huracanes son de mayor categoría. Antes la tormenta comenzaba en grado uno o dos y ahora arrancan mucho más fuerte e incluso la temporada arranca antes. Ahora, los huracanes son malos por la devastación, pero también ayudan al medio ambiente porque reducen la temperatura oceánica.

—En una de los artículos científicos en los que participó se mencionan a los bombardeos militares como un factor que afecta los arrecifes coralinos, ¿esto sigue ocurriendo? y ¿qué efecto tuvo esa investigación?

—Ese trabajo lo empezamos en la isla de Culebra, para proteger y renovar los corales que habían sido eliminados por los bombardeos de la marina. Sin embargo, no hubo mucho apoyo económico, así que no pudimos ser muy constantes.

Lo que sí me preocupó fue que en una ocasión, cuando estábamos trasplantando corales en esa zona después del huracán Irma, nos dimos cuenta que a menos de dos metros de distancia de donde habíamos puesto las estructuras para la siembra de corales, había una bomba. Esto fue un poquito impactante y aunque ha pasado mucho tiempo, todavía pensamos en si hubiera explotado.

Lo que sí es que me enteré, por parte de un coautor, que una agencia federal se enteró y conoció de nuestro trabajo.

El biólogo y fundador de Sociedad Ambiente Marino, Samuel Suleiman. Foto: Sociedad Ambiente Marino.

—En otra de sus investigaciones se hizo un llamado para que las entidades gubernamentales hicieran partícipes a todos los actores en la protección de arrecifes coralinos, ¿cómo ha avanzado este proceso?

—Acá se tienen muchos recursos económicos y políticos, pero ¿dónde está la plata? Las agencias (u oficinas) del Estado que tienen la tarea de proteger los recursos naturales están conformadas por buenos funcionarios, muy entregados y apasionados en lo que hacen. Pero no se tienen herramientas (refiriéndose a los recursos) para que esas agencias cumplan porque a nivel central no se dan los recursos para poder ejecutar.

Así que una de las fórmulas que hemos estado discutiendo, para minimizar esto, es la participación ciudadana. ¿Cómo la participación ciudadana puede hacer este tipo de rama? ¿Cómo podemos ayudar a un científico? ¿Cómo los voluntarios pueden aportar? ¿Cómo tu sentido de pertenencia hace que tú cuides esto?

—¿Se ha pensado expandir a otros países estas investigaciones e iniciativas?

—Ahora lo que estamos generando es el asesoramiento de organizaciones que trabajan estos temas. Con muchas estamos afiliados y nos ayudamos para repartir los fondos, ayudarnos con convocatorias e incluso, si nosotros tenemos experiencia en un tema que otra organización no, les colaboramos.

Y entonces, a lo mejor no les doy dinero porque no tengo, pero los encaminamos a donde están los fondos disponibles para que puedan tomar acción con ellos. Entonces la sociedad ha ido creciendo.

Cuando tienen un tamaño suficiente, los corales son sembrados en el arrecife. Foto: Sociedad Ambiente Marino.

—¿Cómo ha sido el proceso de dirigir iniciativas comunitarias, como el de Acuacultura de Corales y Rehabilitación de Arrecifes?

—Es como ser una madre, es sacrificar mucho. Gracias a Dios, mi esposa me acompaña a muchas de las actividades, pero es mucho trabajo porque no solamente es la actividad de entrar al agua por un tanque o enseñar, también es durar mucho escribiendo propuestas para financiación. Tienes que hacer evaluaciones, reportes, resúmenes y presentaciones. Y la gente está muy a la defensiva ante estos proyectos. Entonces, este es un proceso muy transparente, muy honesto, muy abierto e incluso quisiera que todas las personas participaran, pero no todo mundo tiene la destreza. Además, es complicado porque no es algo de una sola instancia, se necesita de toda la comunidad para que se apropien de las playas y sigan con las iniciativas.

—¿Los corales son su especie favorita, su organismo favorito? ¿O hay otro que los sobrepase en su amor?

—Eh, esa pregunta me la han hecho antes y siempre se me hace difícil contestar. Yo creo que los corales nos permiten reflejar lo que debería ser la población. Nos permiten hilar en lo pequeño cómo podemos ser mejores en lo grande. Tienen un significado especial en que sin hacer mucho ruido y sin moverse, brindan alimentos, proveen protección, atraen turismo, genera una economía sostenible, nos ayudan a formar playas.

En un arrecife coralino vas a ver más organismos que en 10 horas en el bosque. La producción de oxígeno muy grande también ayuda a la regulación del océano. Yo creo que siempre hay algo de divinidad en los asuntos y si Dios creó el planeta, lo creó con más agua que tierra.

**Imagen principal: Los resultados de la restauración de arrecifes coralinos se miden por el impacto que tienen en otras especies. Foto: Sociedad Ambiente Marino.